Diferencias culturales al hacer amigos: consejos para viajar y emigrar

Moverse a un nuevo país o incluso viajar extensamente es una experiencia enriquecedora que abre la mente, pero también puede traer consigo un profundo sentimiento de aislamiento. Las reglas no escritas de la interacción social, aquellas que damos por sentadas en nuestra cultura de origen, de repente ya no se aplican. Lo que en un lugar se considera un gesto de amabilidad, en otro puede ser visto como una intrusión; lo que en tu país es una muestra de respeto, en otro puede interpretarse como frialdad. Comprender y adaptarse a estas diferencias culturales es fundamental no solo para evitar malentendidos, sino para poder construir puentes genuinos y formar amistades significativas en un nuevo entorno.

Una de las dimensiones culturales más importantes a tener en cuenta es la diferencia entre culturas de "alto contexto" y de "bajo contexto". En las culturas de bajo contexto, como las de Estados Unidos, Alemania o los países escandinavos, la comunicación tiende a ser directa, explícita y literal. La gente dice lo que piensa y valora la claridad por encima de la sutileza. En estas culturas, iniciar una conversación con un desconocido de manera directa o hacer planes de forma clara y específica es la norma. Por el contrario, en las culturas de alto contexto, presentes en gran parte de Asia, América Latina y el Mediterráneo, la comunicación es más indirecta y matizada. Mucho se dice a través del lenguaje corporal, el tono de voz y las relaciones establecidas. En estos lugares, la confianza se construye más lentamente, a través de la observación y las interacciones indirectas, y un enfoque demasiado directo puede ser percibido como agresivo o grosero.

Otro aspecto crucial es el concepto del espacio personal y el contacto físico. En algunas culturas, como la japonesa, una inclinación es la forma estándar de saludo y el contacto físico entre conocidos es mínimo. En otras, como en muchos países latinos o de Oriente Medio, los abrazos, los besos en la mejilla y un alto grado de proximidad física son signos normales de calidez y amistad, incluso entre personas que no se conocen bien. Ser consciente de estas normas y adaptarse a ellas demuestra respeto. Observar cómo interactúan los locales entre sí es la mejor guía. Si no estás seguro, es mejor pecar de reservado y seguir el ejemplo de la otra persona. Un error en este ámbito puede crear una barrera instantánea, ya que toca una de las fibras más instintivas de la interacción humana.

La percepción del tiempo y la puntualidad también varía enormemente. En culturas como la alemana o la suiza, la puntualidad es un pilar del respeto social. Llegar a la hora exacta o incluso unos minutos antes para una cita es lo esperado. En muchas otras partes del mundo, el concepto de tiempo es más fluido. En algunos países de América Latina o del sur de Europa, llegar quince o veinte minutos "tarde" a un encuentro social no solo es aceptable, sino que a menudo es lo esperado. Entender estas diferencias te evitará frustraciones y te ayudará a integrarte en el ritmo social del lugar. Del mismo modo, la forma de hacer planes puede variar de muy estructurada y con semanas de antelación a espontánea y de última hora.

Como acción práctica para prepararte para una nueva cultura, antes de viajar o mudarte, dedica tiempo a investigar no solo la historia y los lugares turísticos, sino también la "etiqueta social" del país. Busca guías o artículos sobre normas de cortesía, estilos de comunicación y costumbres sociales. Una vez allí, tu herramienta más valiosa será la observación activa y humilde. Frecuenta un café local y simplemente observa cómo la gente saluda, cómo interactúa, cuánto tiempo pasan juntos. No asumas que tu forma de hacer las cosas es la universal. Adopta una postura de aprendiz, haz preguntas con curiosidad genuina a los locales que conozcas, como "¿cuál es la costumbre aquí cuando...?", y muestra una voluntad de adaptarte. Esta actitud de respeto y curiosidad será el mejor pasaporte para ganarte la confianza y, eventualmente, la amistad de las personas en tu nuevo hogar.